martes, 28 de abril de 2009

O si no…te arranco la cabeza (o de las consecuencias naturales y lógicas) Parte I

Antes que Javier y yo nos casáramos, era un chiste familiar que él le ofreciera a mis sobrinos “arrancarles la cabeza” por cualquier tontería… a los niños les encantaba toda la pantomima del “tío furioso” que los perseguía por toda la casa bajo amenaza de cumplir su ofrecimiento.

Chistes familiares aparte, el caso es que algunas veces los padres profieren tal amenaza (o una similar) como último recurso, para expresar lo “lejos” que están dispuestos a llegar de no cumplirse su orden. Si supiéramos el papelote que estamos haciendo JAMAS lo haríamos.

Cada vez que dices que vas a hacer algo que no cumples (porque se te olvida o porque es imposible de cumplir, como el caso de “arrancar la cabeza” o sin ir muy lejos “vas a estar un mes castigado”) pierdes credibilidad e influencia en tu hijo. No importa cuán molesto te pongas, ESO NO ES AUTORIDAD. Tu hijo sabe que no importa lo que haga, tu ofrecimiento no se va a concretar… entonces QUE VIVA LA PEPA!!!

Ahí es donde la mayoría de los padres, cuando sienten que sus hijos NO OBEDECEN, recurren al castigo corporal… ese si es de verdad… y duele!

No voy a desarrollar aquí los pro y contra de ello porque ya se ha escrito lo suficiente, sino voy a hablarles de las consecuencias naturales y lógicas, estrategia que les va a ayudar muchísimo para educar hijos responsables y coherentes, y a proyectar una verdadera autoridad y credibilidad ante los hijos.

El otro día decía en una entrevista que en relación con la disciplina no hay recetas, pues dependiendo de la edad de tus hijos, el tamaño de tu familia y tus valores, tu estilo parental va a ser muy distinto. Sin embargo, pudiera decirse por regla general, que mientras más pequeños los niños y mientras más grande el grupo, hay menos espacio para la “democracia” y el asunto debe funcionar más o menos como un cuartel (ACLARO: en términos de reglas claras, roles definidos y rutinas marcadas, no de gritos ni vejaciones). A medida que los hijos crecen, hay un mayor nivel de raciocinio (aunque a veces los hijos se empeñen en demostrar lo contrario), mayor resistencia a las imposiciones y mayor apertura al diálogo, entonces se puede aplicar más el estilo democrático.

En el primer caso, ofrecer consecuencias NATURALES es más eficiente, mientras que con los adolescentes, funcionan mejor las consecuencias LOGICAS.

Aja, y qué son las consecuencias NATURALES y las consecuencias LOGICAS? Es un término que tomé prestado de un famosísimo programa de educación para padres (que en Venezuela se conoció como PECES –Padres Eficaces Con Entrenamiento Sistemático- y en inglés se conoce como STEP - Sistematic Training for Effective Parents). Según este método, las consecuencias naturales son aquellas que ocurren después de una acción y que no son planificadas ni controladas. Por el contrario las consecuencias lógicas son las que se han preestablecido, bien sea por acuerdo mutuo, por aplicación de reglas o provienen de una ley.

Concluyo la primera parte de este post dando un par de ejemplos de consecuencias naturales y lógicas para algunas conductas:

* Pegar a otros niños
C. Natural: Recibir un golpe, que nadie quiera jugar contigo.
C. Lógica: Retirar un juguete, irse del lugar
*
Tener el cuarto desordenado
C. Natural: Perder algún juguete importante
C. Lógica: No ver TV.
* No hacer la tarea

C. Natural:Sacar mala nota
C. Lógica:No poder ir al cine
* No cepillarse los dientes
C. Natural: Tener mal aliento, que te digan que te huele mal la boca y no quieran hablar contigo, que te salgan caries
C. Lógica: No poder leer un cuento antes de dormir
* Pedir las cosas por favor y gracias

C. Natural: Recibir lo que quieres, que te sonrían
*Tener tu cuarto ordenado

C. Natural: Encontrar las cosas cuando las necesitas
C. Lógica: Ver tu programa favorito
* Hacer la tarea

C. Natural: Sacar buenas notas
C. Lógica: Ir al cine
* Cepillarse los dientes

C. Natural: Tener los dientes limpios, buen aliento, evitar la caries


En la próxima entrega, ahondaré en cómo y cuándo es más conveniente aplicar unas u otras, así que si tienes una inquietud particular ESCRIBEME! y trataré de darte un par de consejos que te ayuden en tu situación.

Gracias por tu visita.

PACIENCIA y BUENA SUERTE!!!


miércoles, 1 de abril de 2009

No soy un Oompa-Loompa!

Cuántas veces cuando le hablas a tu hijo, se queda pensativo y no hace nada de lo que le estabas diciendo? Si, ya sé que no te alcanzan los cabellos en la cabeza para contar… pero no todo está perdido!

No es nuevo que desde la medicina y la psicología, pasando por la filosofía, hasta la educación, ha habido una eterna lucha por defender el punto de vista de que los niños no son una versión imperfecta de los adultos y que cuando su comportamiento (elecciones, verbalizaciones, movimientos) se aleja de lo que haría una persona “grande”, es un ERROR.

Los niños no son Oompa-Loompas! (o adultos enanos) . Una prueba reciente de ello es este artículo que me mandó una amiga “Why toddlers don’t do what they’re told” (Por qué los niños pequeños no hacen lo que se les dice).

Esta investigación apoya la idea de que el pensamiento infantil sigue un patrón de desarrollo muy particular (Oh, Piaget, qué grande eres!) y sugiere que los niños de 3 años en lugar de planificar sus acciones, recurren a su memoria cuando están frente a una tarea.

Traducido al español esto quiere decir que no necesariamente te están desafiando o desobedeciendo sino que:

- Responden mejor cuando apelas a algo que ya sucedió que cuando les hablas en términos de causa y efecto o de algo que no han vivido,
- que tu instrucción es información útil que van a usar cuando la necesiten, y
- que siempre que se pueda, hay que dejar que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus acciones para que comiencen a hacer asociaciones causa-efecto y su pensamiento se desarrolle en esa dirección.

Por ejemplo: Están en el parque, se quitó los zapatos, y se dirige hacia donde están unas piedras. De nada sirve que le digas el consabido “ponte los zapatos porque te puedes hacer daño” con la esperanza de que se los ponga. Respira profundo y recuerda que tu intención debe ser DAR INFORMACIÓN:

- Menciona una ocasión anterior en la que el/ella u otro niño se hayan lastimado, “Te acuerdas el otro día que caminaste sin zapatos por las piedras? Qué te pasó?”, o
- Decirle, “tus zapatos están aquí, póntelos para ir a caminar en las piedras.”,
- Deja que pise un par de piedras y cuando te mire con cara de circunstancia, señálale los zapatos. (Por favor, no le digas TE LO DIJE! O AJÁ, VISTE?)

Un buen recurso es aprovechar los cuentos, las películas o programas infantiles bien para asociarlo con experiencias vividas o para traerlos a colación cuando sea oportuno. “Ah, mira, igualito como le paso a Rayo McQueen (Cenicienta, Caillou, Mickey, el sapo distraído, la osita,…)

Es decir, que:
- Tener expectativas realistas de “obediencia” evita que te pases todo el día estresado y molesto y tengas una mejor relación con tu hijo, y
- Que lo que hemos venido haciendo toda la vida es perfecto, solo que ahora entendemos por qué…

Buena suerte!

Fuentes:
http://health.msn.com/health-topics/articlepage.aspx?cp-documentid=100235228&gt1=31045
http://parentingtoolbox.com/hbuild/consequences.htm