martes, 10 de marzo de 2009

Paren el mundo que me quiero despeinar…

(Dedicado a Alejandra, Michelle y Raúl Manuel)

Confieso que no suelo abrir los e-mails con elaboradas presentaciones en Power Point llenas de música, imágenes, mensajes, revelaciones, testimonios, oraciones, etc. Pero hace aproximadamente un mes abrí uno que me encantó. En resumidas cuentas decía que todo lo que valía la pena hacer en la vida te despeinaba: estar al aire libre, brincar, retozar, bailar, hacer yoga, bañarse en el mar… y sabes qué? ES VERDAD!

Me viene a la mente la imagen de Michelle y Raúl Manuel (mi prima y mi sobrino). Ella por cuestiones de trabajo llega tarde a casa en la semana, pero durante el fin de semana se "recupera"… y lo pude ver este domingo cuando fuimos juntos a un parque… Michelle venía caminando de la mano de su hijito de 4 años después de haber retozado con él bajo la sombra de un árbol… no les puedo explicar la cara de amor, y lo mejor de todo “el despeinado”.

Y lo pude vivir muy conscientemente cuando justo antes de salir a hacer unas diligencias Alejandra me agarró la mano, me pidió que “me bajara” y me dijo “Mami, quiero echar broma contigo”. En ese preciso instante el mundo se detuvo. Que se esperen las diligencias, que se queden los platos sin fregar, los e-mails sin contestar, la casa sin recoger, que suene el teléfono y dejen el mensaje… porque me voy a despeinar… y allí estuvimos no sé cuánto tiempo (para mí fue una eternidad, qué delicia!) bochinchando de lo lindo… y la risa cantarina de mi hija me llenó el corazón. Así que terminé recibiendo más de lo que dí…

Bajando ya al mundo más terrenal y científico (qué lástima! pero a veces toca), los beneficios del contacto físico y la risa no son un secreto; el abrazo activa las conexiones neuronales (lo que es bueno para el sistema nervioso) y ambos liberan endorfinas, que es la hormona del bienestar y que fortalece el sistema inmunológico.

Para los niños en particular, el contacto físico con los padres redunda en autoestima, seguridad, confianza, fortalecimiento del vínculo afectivo, mejores habilidades sociales, desarrollo de empatía… la lista de por qué es bueno abrazar y reírse es infinita y excede los objetivos de este post… y es que la mejor justificación para hacerlo es porque ES DIVINO!

Lo que quiero transmitir en esta ocasión es que nunca son suficientes los besos y abrazos que puedes dar a tu hijo. Y que habrá valido la pena dejar de hacer o posponer CUALQUIER cosa por darte tiempo para expresar tu amor.

Entiendo que no todos nos sentimos igual de cómodos con el contacto físico (las madres tendemos a expresar afecto más que los padres), y que dependiendo de la edad y sexo de tu hijo estará más o menos receptivo; pero hay muchas formas de fomentarlo gradualmente y siempre será mejor algo que nada. Así que puedes...

- Mirarle a los ojos cuando le estés diciendo algo positivo,
- Pasar tiempo juntos (aunque sea 10 minutos al día),
- Sentarte cerca viendo TV compartiendo una bolsa de chucherías (bueno, está bien, también puede ser un nutritivo plato de frutas...whatever),
- Rascarle la cabeza, (eso me recuerda a mi papá)
- Ponerle la mano en el hombro al tiempo que expresas reconocimiento de algo que hizo bien o simplemente afecto,
- Darle un beso en la cabeza,
- Leerle un cuento,
- Compartir un helado (u otro nutritivo plato de frutas...sorry),
- Caminar juntos poniendo la mano en su hombro…

En fin, MADRES Y PADRES, no dejen de expresar tu afecto, disfruten CON tus hijos… despéinense con frecuencia.

Buena suerte!