Quienes me conocen saben que no pierdo oportunidad de ponerme filosófica. ¿Y qué mejor oportunidad que la Navidad? Y es que la lectura de un libro, “The Blessing of a Skinned Knee” escrito por Wendy Mogel, me la puso demasiado fácil.
Este libro, del cual me oirán hablar muchísimo, trata de los principios básicos a seguir de acuerdo a la tradición judía para criar hijos “self-reliant” . Lo que en cristiano quiere decir, gente de bien, con confianza en sí mismos y con buen juicio. Religiones aparte, el libro es de una profundidad y una sencillez únicas, trata de temas cotidianos que fácilmente pasan desapercibidos. En él he encontrado incontables tesoros para una de mis actividades favoritas: ser mamá.
Como por ejemplo, encontré que a veces lo mejor es lo suficientemente bueno y no lo excelente. ¿ Y qué tiene que ver esto con la cantidad de regalos que es conveniente comprar a tus hijos en Navidad? Pues tiene que ver por lo siguiente:
- Hay muchas razones que nos llevan a desear rodear a nuestros hijos de todos los regalos que se merecen. Estas van desde el remordimiento por no pasar mucho tiempo con ellos, pasando por deseos de “darle a nuestros hijos lo que no tuvimos”, incluyendo que el chamo/a se portó buenísimo, o porque puedo, ¡y punto! Pero ponte a pensar, ¿qué te dolería más: perder una de cinco barajitas que tenías o perder una de mil? Está claro, los bienes escasos ganan valor; y como dice mi mamá “es mejor quedarse con ganas que harto”. Se trata entonces en un primer término de aprender a valorar.
- Otro aspecto importante es el de aprender a elegir. Aun cuando tu presupuesto sea infinito, que “la lista al Niño Jesús o Santa” no sea infinita también. Dale a tu hijo la tarea de escoger o de al menos poner en orden de preferencia. No pienses por un segundo que estás siendo cruel. Eso les enseña a priorizar, a organizarse, a saber lo que quieren. Aprenden a formarse expectativas más realistas; lo que los prepara para cuando no estén bajo tu cobijo, para cuando el mundo no responda de forma inmediata a sus deseos sino que toque ser creativo, persistente, buscarle la vuelta.
Entonces, ¿cuántos regalos son suficientes? El número mágico depende de tu presupuesto, del tamaño de tu familia, y también de lo que te pida tu hijo/a (a lo mejor te sorprende pidiéndote una sola cosa!)
¿Cómo ayudarlos a elegir? En función del número que hayas escogido (a mí me gusta el número 3) y de tu presupuesto, puedes hacer lo siguiente:
- Con niños entre 2 y 3 años, puedes irte a la juguetería y déjalo/a que juegue por toda la tienda y anota lo que más le gustó. Pre-selecciona lo que se ajusta al presupuesto que fijaste, y luego pregúntale qué le gustaría que fuese en la lista (uno menos que el número de regalos que escogiste) y deja el “extra” como sorpresa. También puedes usar recortes de los juguetes y hacerlo en casa.
- Con hijos más grandes hazles saber cuál es el presupuesto, déjalos que te ayuden a encontrar dónde lo venden, dónde se consigue a mejor precio, y sigue la misma "regla" del N-1 para dar cabida a la sorpresa.
Buena suerte con la estrategia.
Feliz Navidad y que el año nuevo les traiga lo suficientemente bueno…
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