Tacones Lejanos...

...en esta oportunidad no se trata de una reflexión sobre la famosa película de Almodóvar sino de una imagen que surgió en mi mente cuando estaba embarazada y supe que iba a tener una niñita: No podía esperar a verla caminar por ahí "chancleteando" en tacones. Me parecía que faltaba un montón para eso, pero llegó!
El otro día estaba en una zapatería con Ale y de pronto se quitó sus cholitas y se puso unos tacones rojos de patente (talla 41, gracias) y empezó a caminar por toda la tienda... su cara de fascinación era indescriptible. Caminaba mirando hacia abajo y con los brazos extendidos para hacer equilibrio (lo que la hacía ver más "jevita" todavía) y de vez en cuando levantaba la mirada para buscar la mía y como decirme "mamá, mira qué bellos, mira lo que puedo hacer!" No saben como LA MENTÉ y lamenté no haber tenido una cámara conmigo para conservar para siempre esa imagen de los primeros tacones de Ale...
Lo que me llevó a llegar queriendo vender inmediatamente mi cámara mamotrética de rollo para poderme comprar una más ligera... así que si saben de alguien...
Por lo pronto me quedo con la sonrisa eterna de haber visto manifestarse con mis propios ojos otro de mis sueños...

Ya viste "Little Miss Sunshine"?

NOTA: Si no la has visto, porfa vela y luego regresa al blog pues no quisiera que la vieras con el filtro de mis comentarios... de todas formas, depende de ti...
Si ya la viste quedate un rato y si quieres, dime qué piensas...
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... Si, ya sé que estoy un poco tarde con eso de recomendar una película del año pasado (por cierto, comentario aparte, gracias mil a Maikol por arreglarme el teclado y ponerme los acentos y la eñe...) pero ahora fue cuando la vi... y dos veces... y las dos veces la amé...

Aparte de ser una película entretenida y con un tema poco usual lo que más me gustó fueron los personajes, bueno, no sé si los personajes específicamente o el patrón que siguen todos: que son como cualquiera de nosotros. Adorables y detestables al mismo tiempo.

Sé que muchos de Uds. ya han llegado ya a ese nivel de neutralidad con respecto a relacionarse con otros pero para mí es todo un descubrimiento eso de entender que SI es posible amar a alquien que hace algo reprochable, o antipático, o molesto, o incomprensible a tus ojos... y que es una lástima perderse a la parte adorable por ser tan criticón o "pacato"... o por tener siempre el opinador prendido... claro, no es que ahora soy la defensora de "los malos de la película", se trata de que aprendí una lección de tolerancia y de amor incondicional... y de comprender que cada quién es dueño de su vida y de que siempre y cuando sus decisiones no me afecten o me dañen directamente (o a mi hija) prefiero querer que alejarme, apoyar que criticar, comprender a juzgar, buscar influir que aleccionar...

Mientras veía la película, no hacía mas que ADORAR a Olive y su autoestima, y su coraje, y su HERMOSURA, porque no podía dejar de imaginarme a mi Ale preguntándome si creo que es bonita, si creo que lo está haciendo bien... si creo que X o Z la quieren... y deseando desde lo más profundo de mi ser que nunca le duela nada, que no se le rompa el corazón jamás y que logre todos sus sueños... bueno, como una vez me dijo Héctor en un e-mail: tengo los ojos tan empañados que ya no veo ni el teclado...

Para concluir quiero copiar aqui una de las cartas que le escribí a mi hija (mi little miss sunshine) antes de que naciera, es mi favorita:

13 JUL 2005
Mi Gorditaaaaaaaaaaa!!!
Mañana te vemos la cara!!! (Eco 3D) Papá y yo no aguantamos la emoción. La cita es a las 12 y te van a grabar en una cassette de VHS que tenemos que llevarle al Dr. Roberto el viernes.
Hoy mientra me bañaba lloré... me conmovió el amor que siento por tí...
... cómo es posible amar a alguien que ni siquiera conoces?
Me dio full sentimiento pensar que yo fui ( o soy?) lo mismo para otra persona... y tu papi también.
Me invadió el deseo de que todo te salga bonito...
... que no te duela mucho cuando te caigas
... que no sea tan trágico cuando te rompan el corazón
... que no te dé tanto miedo equivocarte
... que no te sea tan difícil tomar decisiones y hacer "lo correcto"
... que no me duela tanto cuando por ley natural no quieras ser como yo y/o estar conmigo
... que no sea tan terrible cuando me digas que no me quieres o me digas algun disparate
... hablamos mañana mi niña. Que Dios te bendiga.
Te amo,
Mamá.

Te quiero yo y tú a mi…

… te sonará familiar si tienes o has tenido hijos que adoran a Barney… quién me hubiese dicho a mí que el fulano dinosaurio morado iba a ser parte algún día una de mis reflexiones…!

Resulta que el domingo pasado, con motivo de mi cumpleaños, estaban aquí las “tres divinas personas”: Martha, Sebastián y Juan Pablo (ese nombre se lo puso mi mamá porque Alejandra los menciona incesantemente y siempre en cadena… Tematián, Mata, Papabio… Mata, Tematián, Papabio,… Papabio, Mata, Tematián…nunca falta uno…). La cosa es que le pusimos musiquita a los niñitos y resulta que al Sebastián en un acto de caballerosidad sacó a bailar a Ale… Martha y yo estábamos de infarto de ver a nuestros hijitos agarraditos de la mano dando vuelticas… pero ahí no termina la cosa. Sebastián decidió “armar la rumba” y sacó también a “los preferidos” (Martha y Javier), estaba yo diciéndole a Juan Pablo… “nada, y nosotros somos chopped liver” cuando me sacaron a mí (Chacha) y Ale vio a “Papabio” muy solo y lo incorporó al movimiento…
Pues si, ahí estábamos un poco de treintones-cuarentones haciendo la rueda con dos piojitos de veinte meses al ritmo de “te quiero yo y tú a mi” y de “estrellita dónde estás?”… la cosa estaba de filmarla pues.
Pero el asunto es como los niños unen a las personas y hacen la vida mucho mas trascendente… y de pronto un día cualquiera lo convierten en un día para recordar y de pronto una canción cualquiera cobra un nuevo sentido. Gracias Alejandra, gracias Sebastián… yo también los quiero.