jueves, 22 de enero de 2009

Vuelta a los Valores (Parte II) o Los Tres Mandamientos.

Releyendo el post pasado me di cuenta que me faltó hacer el enlace entre los valores y cómo éstos se reflejan en la práctica. Justamente en una clase de Ética que estoy viendo me vino la herramienta perfecta. Resulta que los valores se ponen en práctica a través de principios o reglas… algo así como los mandamientos. Y fíjate que de alguna forma ya lo intuía pues el primer aspecto al cual hice referencia fue “Honrarás a tu padre y a tu madre”…

Entonces, para educar en función de valores haz tu lista de "mandamientos". Siéntate y piensa qué tres cosas son importantes para ti y que quisieras que tus hijos valoraran también. Luego elabora un “slogan” (no prohibiciones u órdenes) para cada una de ellas. Si te salen más de tres escoge los más importantes y los restantes los guardas para dentro de tres meses o seis meses. Puedes (y debes) hacer este ejercicio más de una vez en tu vida.

Digamos que para ti son importantes el respeto, la libertad y la familia, la siguiente podría ser tu lista de “mandamientos” y cómo podrías ponerlos en práctica:
1) Respeto: Todos tenemos derecho a equivocarnos y rectificar.
Cuando tu hijo se esté “portando mal” puedes, en lugar de regañarlo, decirle que se equivocó y mostrarle un par de formas de cómo es aceptable o recomendable hacer lo que estaba haciendo. Por ejemplo: si tu hijo tira algo al piso porque no lo quiere, tú RESPIRAS PROFUNDO, le dices firmemente, así no se hace, te equivocaste. Si no lo quieres lo puedes poner a un lado así (y le muestras cómo) o devolverlo y decir “no gracias”. Si te grita o te dice algún “disparate”, RESPIRAS PROFUNDO le dices firmemente que no le permites que te hable de esa manera y le dices cómo sí puede expresarte su disgusto, desacuerdo, frustración. Si es necesario, bien porque la ofensa fue grave o muy repetida, aplica time-out o pérdida de algún privilegio.

2) Libertad: Todos tenemos derecho a escoger.
Solamente por cuestiones prácticas no mantengas las opciones abiertas todo el tiempo, pero el ejercicio de escoger habitúa al niño a pensar sobre lo que quiere, decirlo, y hacerse responsable por ello. Ponle tres franelas en la cama y pregúntale cuál le gustaría ponerse; cuando estés en el automercado pregúntale si prefiere las galletas oreo blancas o las de chocolate; pregúntale cuál de los tres cuentos quiere leer.

3) Familia: Hacer al menos las comidas del fin de semana sentados todos a la mesa. Comer juntos ayuda a desarrollar el sentido de pertenencia. Los rituales no solamente sirven para desarrollar buenos hábitos sociales sino que también son momentos perfectos alrededor de los cuales se construyen memorias.

Hacer esta sencilla lista te ayuda a focalizar tus esfuerzos, ahorrar energías, y ser más efectivo. Toda vez que ya esto forma parte de la cotidianidad, haz el ejercicio otra vez y escoge tres nuevos mandamientos… poco a poco se llega muy lejos.

Educar a tus hijos de esta manera los hace HUMANOS. Como escuché una vez decir: Los hijos son lo más importante en nuestras vidas, pero no el centro del universo; así que al enseñarles a vivir en amor, en el respeto por sí mismo y por los demás, a ser responsables y resolver sus problemas, le estamos dando las mejores herramientas para desarrollarse en un mundo en el que habrán de valerse por sí mismos.


Fuentes: Gillies, B.. 50 Easy Ways to Be a Fantastic Parent. Consultado el 14/01/2009 en http://www.parents.com/parents/printableStory.jsp?storyid=/templatedata/parents/story/data/1226611856261.xml

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