jueves, 29 de enero de 2009

Tiempo para observar las hormigas…

Disclaimer: perdónenme hoy si no incluyo mis referencias o fuentes o si no cito ningún autor. No dormí anoche a causa de la tos y no tengo cabeza más que para recordar cosas que he leído en algún lugar, que otro ha dicho, que me sucedieron… así que hoy ese es todo mi equipaje.

Para variar, comienzo con un cuento de mi mamá… ella me dice que cuando era pequeña se pasaba horas viendo los caminos de hormigas. De vez en cuando espachurraba alguna a ver qué ocurría. Notaba que se alborotaban todas, que se devolvían, se desaparecían y volvían a venir… Yo misma recuerdo haber pasado largo rato acostada en el piso de mi casa que era de granito vaciado y que me encantaba sentir el frío en el cuerpo; además, me daba tiempo de observar la cantidad de cosas que quedan atrapadas cuando hacen ese tipo de piso: tornillos, monedas, tuercas… Ah! Y quién no recuerda haberse acostado en la grama o la terraza para ver las formas de las nubes… y qué me dices de sentarse frente a la biblioteca leyendo los nombres de todos los libros y tratando de inventar como se pronunciaba "Ulrich Lever" o "Agatha Christie", con títulos misteriosos que picaban tu curiosidad como "La Tercera Ola"…

Y todo este cuento viene a cuenta de que en nuestros tiempos si una mamá ve a su hijo "sin hacer nada" inmediatamente "le encuentra una actividad". De hecho, los niños "se portan mal" cuando no tienen ninguna actividad planeada porque no saben entretenerse solos, no saben descansar, no saben estar sin un video-juego por delante dándole miles de colores y musiquitas por segundo… no saben funcionar sin una estimulación externa o una orden dada por algún instructor, profesor, coach.

Todo eso va en contra de la creatividad, del desarrollo de la observación y de la reflexión. Todas herramientas básicas para relacionarse con otros, para aprender autocontrol, para conocerse a sí mismos, para encontrar explicaciones al mundo sin que alguien le mastique la respuesta y se la de... Si un niño aprende a vivir "controlado" desde afuera, no tendrá confianza en sí mismo y no creo que tenga que escribir mucho para que sepamos o imaginemos la lista de consecuencias, no? Otra cosa, la sobre estimulación produce falta de concentración y agotamiento; esto afecta no solamente su rendimiento en general, sino que tiene impacto en lo emocional también.

Tener tiempo para "no hacer nada", para estar aburrido, obliga al niño a encontrar sus propios recursos. Adicionalmente, ese tiempo de reflexión o de dejar la mente vagar es excelente para el sistema nervioso pues produce beneficios similares al sueño.

Ahora vamos a la parte práctica, cómo se hace eso?

1) No le impongas a tu hijo una agenda muy apretada… Eso de "el lunes tiene X, el martes W, el miércoles B,…" no es bueno para nadie. Tu hijo (y toda la familia) se va a beneficiar muchísimo más de disfrutar de una actividad extraescolar, hacer bien sus tareas y tener tiempo para jugar, que de estar súper estresado porque no da tiempo de nada, de pasarse hasta las tantas de la noche haciendo tareas y proyectos, de sentirse inadecuado porque no "destaca" en todas las actividades que hace… piénsalo bien.

2) Fomenta el desarrollo de la observación. Vete al parque con tu hijo, camina por ahí, recoge hojas, piedras, fíjate en las manchas de los árboles, escucha los pájaros, haz una lista mental de todos los animales y flores que has visto, fíjate si notas los olores del lugar, ve a darle comida a los peces y fíjate si son todos iguales, mira, observa, camina en silencio… Y si no eres tan comeflor como yo, cuando vayas manejando con tu hijo dile que esté pendiente de encontrar su letra, de ver si ve un carro de X color, si ve un edificio Y, que te avise cuando vea un STOP, o un carro de policía, inventa un cuento y dile que complete tus frases… no sé, diviértete…

3) Empieza temprano incluyendo en la rutina de tu hijo un TIEMPO PARA DESCANSAR (o actividades tranquilas), eso significa cero TV, cero música...

Pero si tu hijo ya creció y quieres encontrar tiempo para ver las hormigas, vete a la playa, a pescar, a manejar bicicleta, a caminar por un bulevar, a hacer competencia a ver quién aguanta más la respiración, o quién escupe más lejos o atina al blanco, o aprende a jugar poker…

Suerte!

Un abrazo,

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